Clase: Mamíferos / Orden: Carnívoro / Familia: Cánidos

PELO:

El pelaje del lobo es grueso, especialmente en invierno. Con muchos matices, que van desde el blanco hasta el negro, predominando el beige-marrón.

ALIMENTACIÓN:

El lobo es un carnívoro. Es un súper-depredador, es decir, se encuentra en la parte superior de la cadena alimentaria, considerado como un regulador del equilibrio natural, sacando de los rebaños de animales herbívoros a los más débiles (los animales enfermos, demasiado viejos, carroñas). Su necesidad cuantitativa es de aproximadamente 2 kg/día. Sin embargo, después de un largo ayuno, es capaz de tragar hasta 10 kg/día. En invierno, las necesidades alimenticias son importantes, atacando preferiblemente a grandes presas (ciervos, corzos, muflones, ovejas, etc.). En verano, con pequeños mamíferos y roedores tiene suficiente. Aunque la dieta es principalmente carnívora, si no encuentra nada más, se contentará, sólo casualmente, con algunas bayas.

CARACTERÍSTICAS:

A - Los ojos del lobo: Brillan en la oscuridad debido a un tejido que tiene por debajo de la retina, el tapetum lucidum, que les ofrece una muy buena visión nocturna.

B - La organización de la manada: Presenta una estructura jerárquica, un macho y una hembra son la pareja reproductora. Las crías de diferentes años los acompañan. Algunas de las crías, ya adultas, abandonarán la manada para formar la suya propia, mientras que otros permanecerán en ella.

C - El lenguaje del lobo: Lobos se comunican entre sí por un sistema de signos. Utilizan su cuerpo (posición de la cola, orejas y otras expresiones faciales), también por el olor y la voz, con la que emiten cinco sonidos (el rugido, el gañido, el ladrido, el gemido y el aullido).